Durante la pandemia, el 62% de las mujeres dedicó más horas a los cuidados de otras personas dentro de los hogares. Con las nuevas responsabilidades de cuidados adquiridas se registra el aumento de trayectorias laborales truncas en las mujeres que tuvieron que dejar sus empleos formales.
La desigual distribución de labores de cuidados basada en la socialización de género ha impactado gravemente la situación de las mujeres, sobre todo, en lo referente al empoderamiento y autonomía económica, evidenciando aun más la crisis de cuidados y la necesidad de un (ausente) Sistema Nacional de Cuidados. Esta situación constituye una oportunidad de poner el tema en agenda a nivel nacional y fortalecer las redes de conocimientos entre países de la región.
Esta agenda viene escalando en importancia internacional (Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, España) con el respaldo de organismos internacionales (ONU Mujeres, CEPAL, BM, Cooperación Europea, etc.), habilitando importantes oportunidades de colaboración, interaprendizaje y diálogo político junto a otras oficinas de Oxfam en la Región.
El movimiento feminista en el Perú, que aboga por el derecho a una vida libre de violencias, el derecho a decidir, el aborto terapéutico, la educación sexual integral y el acceso a medios anticonceptivos, entre otros, encuentra una fuerte resistencia por parte de bloques congresales vinculados a grupos religiosos y conservadores, quienes ejercen presión y bloquean el avance en temas de género e igualdad. En este contexto, la agenda de políticas de cuidados transformadoras de vocación universal, incluyendo el sistema nacional de cuidados, podría tender puentes entre diversos sectores políticos.
Nuestro enfoque de cuidados procura una perspectiva transformadora que profundiza el debate actual (principalmente basado en políticas de servicios) y permite caracterizar, disputar y ampliar perspectivas sobre los cuidados que lo alejen de la noción de familismo que predomina en el Perú. Donde la economía de cuidados -como parte central de la economía feminista- pone en el centro la sostenibilidad de las vidas, partiendo de la noción de bienestar. En este sentido, desde las mujeres indígenas y su íntima relación con la naturaleza y territorio integral emerge un enfoque de cuidados decolonial que tiene en la protección de los ecosistemas y sus recursos un valor esencial, aportando el enfoque interseccional y latinoamericanista al debate internacional sobre políticas de cuidados. Este enfoque adquiere dimensiones de gran relevancia por el impacto de las afectaciones ambientales y la crisis climática en las vidas de las mujeres indígenas, al ser las principales cuidadoras y sostenedoras de las vidas humanas y naturales.
Nuestras intervenciones giran alrededor de:
- Generación de evidencias
- Habilitación del debate público