Cusco fue escenario de un encuentro clave para la conservación de la agrobiodiversidad y el fortalecimiento de políticas inclusivas que reconozcan el rol de jóvenes y mujeres en el campo.
Del 27 al 29 de mayo, más de 70 líderes, lideresas y representantes de organizaciones, comunidades y entidades del ámbito agrícola se reunieron en Cusco para participar del Taller de Intercambio de Conocimientos sobre Agrobiodiversidad. El evento fue coorganizado por la Secretaría del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos, el INIA, el CIP y Oxfam, con el objetivo de construir alianzas y soluciones frente a los desafíos actuales de la agricultura en un contexto de cambio climático.
Durante tres días, el taller se convirtió en un espacio de diálogo intergeneracional e intercultural, en el que se exploraron alternativas innovadoras para enfrentar la erosión genética, mejorar la gobernanza de los recursos fitogenéticos y potenciar el protagonismo de mujeres y jóvenes rurales en la defensa de sus territorios y conocimientos ancestrales.
Laboratorios temáticos con enfoque práctico
La dinámica del encuentro incluyó cuatro laboratorios de trabajo en torno a temas clave:
- Monitoreo y documentación de agrobiodiversidad, centrado en la conservación in situ y la medición de la erosión genética.
- Herramientas financieras para agricultores, donde se discutieron modelos de compensación por conservación de semillas y ecosistemas.
- Participación juvenil en la agricultura, con énfasis en agroecología, digitalización del campo y emprendimiento rural.
- Políticas y gobernanza, para identificar retos normativos y fortalecer la participación de comunidades en la toma de decisiones.
Conclusiones: cooperación, empoderamiento y políticas inclusivas
El taller finalizó con una serie de compromisos y aprendizajes compartidos. Entre ellos, destacan la necesidad de fortalecer la articulación entre comunidades, Estado y sociedad civil para diseñar estrategias sostenibles; promover marcos normativos inclusivos que garanticen la participación activa de mujeres rurales y agricultores; y potenciar a las juventudes como agentes de cambio frente a la migración y el abandono del campo.
“Cuando hablas de semillas, hablas de un pueblo que está clamando con urgencia que se reconozcan sus saberes ancestrales”, expresó Rosalía Clemente, presidenta de la Confederación Nacional Agraria (CNA). En tanto, Mariana Escobar, representante de FAO en Perú, subrayó que “las semillas conectan el campo con la ciudad y su protección es tarea colectiva”.
Un paso más hacia la gobernanza global de la biodiversidad
El evento también anticipó la próxima reunión del Órgano Rector del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos, que se realizará en Lima en noviembre de 2025. Esta será una nueva oportunidad para reforzar los compromisos asumidos y continuar visibilizando el rol esencial de quienes protegen la agrobiodiversidad desde los territorios.