El Perú alberga una gran diversidad de semillas nativas. La agricultura familiar, que abastece el 83% de los alimentos en el país, depende de estas semillas conservadas por generaciones mediante sistemas tradicionales. Sin embargo, la legislación vigente no contempla una ley específica para la protección de los sistemas tradicionales de semillas que enfrentan amenazas crecientes como la expansión de los monocultivos, el uso de transgénicos, entre otros.
Ante este escenario, el Grupo Impulsor Nacional de Semillas Nativas (GRISEN) presentó ante el Congreso de la República una iniciativa legislativa que busca proteger los sistemas tradicionales de semillas nativas. Esta iniciativa legislativa permitiría proteger las semillas nativas y sus sistemas tradicionales, asegurando que las familias agricultoras puedan conservar, intercambiar y utilizar libremente sus semillas en beneficio de la biodiversidad y la producción agrícola del país. Además, plantea mecanismos en contra de la biopiratería, al declarar las semillas nativas como bienes comunes impidiendo su privatización y apropiación indebida.
La propuesta fue presentada en la mesa de trabajo “Semillas para la Conservación de la Agrobiodiversidad y Seguridad Alimentaria”, organizada por el GRISEN, Fomento de vida (Fovida) y Oxfam en Perú. El evento, realizado en el marco de la Semana de agricultura, deforestación y cambio climático, reunió a representantes de gremios y organizaciones agrarias de más de 21 regiones del país, así como funcionarios del Ministerio del Ambiente (MINAM) y de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), especialistas de sociedad civil y congresistas. Además, se llevaron a cabo reuniones de trabajo estratégicas, en las que el GRISEN logró el respaldo de diversos congresistas, fortaleciendo así el impulso político para su aprobación.
En el contexto de la crisis climática, proteger las semillas nativas es esencial para la resiliencia y la soberanía alimentaria. Desde Oxfam en Perú, se trabaja en la defensa de estas semillas a través del proyecto “Cultivando el Cambio en un mundo que se calienta”, implementado junto a Fovida y financiado por la Agencia Sueca Internacional de Cooperación al Desarrollo (Sida). Esta iniciativa busca que las mujeres rurales y sus comunidades impulsen acciones para reducir las desigualdades en el sector agrario. Además, contribuye a la transición hacia un modelo de producción agroecológica, promoviendo la seguridad alimentaria y fortaleciendo la resiliencia frente al cambio climático.